Siempre lo decimos -ya nos perdonaréis por nuestra insistencia en recordarlo siempre-pero nos encanta trabajar en el medio rural, creemos que es necesario crear comunidad y llevar la cultura a lugares donde el acceso (por las razones que sean) es más complejo, porque el mundo rural no puede desaparecer y somos muchas las personas que remamos en la misma dirección en este viaje porque queremos llegar a buen puerto.
Nos emociona mucho que cuenten con nuestro trabajo curioso para poder participar el próximo, 25 de septiembre en la primera edición de el MERCAU DE YEBRA.

Una feria donde promover el consumo responsable, el apoyo al emprendimiento rural y la dinamización de los pequeños municipios. Queremos la permanencia de un mundo rural.
También será la inauguración del albergue municipal: L’Almada de Yebra, -a cargo de la cooperativa Tararaina en colaboración y responsables de esta gran iniciativa en colaboración con colaboración otros agentes del territorio: el Ayuntamiento de Yebra de Basa, la Asociación Camaleo, la Asociación Mallata Educativa y personas voluntarias del pueblo- cuyo objetivo es convertirse en un centro de acción social, cultural y económico. Estad atentos porque llega un otoño lleno de actividades para dinamizar el municipio y todo el Valle de Basa.

Si queréis saber más sobre esta gran iniciativa os dejamos el artículo publicado en diario digital Jacetania Express: Nace el Marcau de Yebra, una feria por la supervivencia del mundo rural.
Y como promotoras de lectura y creatividad nos despedimos con uno de nuestros poemas preferidos: Se vende todo. Texto Pedro Mañas / ilustraciones, Kalandraka, 2010. Aquí os dejamos como regalo, nuestra versión curiosa del poema.
SE VENDE TODO
“¡Lo vendo todo, lo vendo!”,
grita un hombre en el mercado.“
¡Vendo tuercas y tornillos,
cerraduras y candados,
bombón helado y barquillos,
alcohol, tiritas y yodo,
camisas y calzoncillos!
¡De todo, vendo de todo!
”Se le acerca una clienta:
“Quiero un bote de silencio,
medio litro de tormenta,
cuatro cajas de buen tiempo
y un kilo de isla desierta.
Quiero espuma de la playa,
dos botellas de laguna,
un racimo de palabras
y una rodaja de luna”.
El hombre del puesto se enfada:
“¡No vendo nada de eso!”.
Y ella se marcha diciendo:
“Entonces no vende nada…”.
Os esperamos para disfrutar de un GRAN MERCAU gastronómico, curioso, emprendedor, rural, lector, música y muchas sorpresas más.