Querida María,

desde que ti leí ayer tus palabras tengo un nudo en la garganta, pero también entiendo todas y cada una de tus palabras. Me hubiera gustado despedirme de ese lugar mágico de papel, tinta, creatividad, palabras, viajes y mil amores. No ha sido posible aunque creo que he encontrado una manera de hacerte un pequeño homenaje curioso es con este pequeño collage creado con el primer sello (la tinta ya se acabó pero sigue siendo verde) y troqueladora de etiquetas que compré en Atentamente.

Las personas somos auténticas fans de los DIENTES DE LEÓN. Antes de convertirse en preciosas flores secas cuyos estambres vuelan en todas las direcciones para cumplir sueños, son de color amarillo. No sé, de alguna manera a través del Diente de León descubrimos el ciclo de la vida no solo de las plantas y de la naturaleza, también la nuestra. Tú decisión tanto de emprender, como de poner fin a Atentamente es muy valiente (además de triste). Como el Diente de León seguirás tu camino atento, pensando en ti y disfrutando siempre infinito.

Te abrazo fuerte y te agradezco cada conversación, cada palabra, cada recomendación, cada taller y cada gesto recibido de ti, siempre. Besos con aires de montaña del Pirineo.

GRACIAS POR TANTO. Hasta siempre ∞