Niño de agua. Ana María Delgado / il. Leonor Pérez. Azulillo Ediciones

Los caminos que tejen y entretejen el maravilloso mundo del fomento de la lectura y la creatividad son un verdadero regalo. Transitar por el mapa lector es una verdadera aventura porque no hay fronteras. Unas veces sigues un camino de baldosas amarillas, o rojas, o verdes…, otras es el camino el que encuentra a ti. Y así, entre el asombro y la curiosidad, dejándote llevar entre caminos, senderos, baldosas de colores llegas a historias como: NIÑO DE AGUA, de Ana María Delgado, ilustrado por Leonor Pérez y editado por Azulillo Ediciones.

Niño de agua. Ana María Delgado / il. Leonor Pérez. Azulillo Ediciones.

Así comienza…

Es más fácil soñar.

Muy temprano,

oscura la mañana,

yo no quiero despertar.

Soñaba y soñar quería,

convertido en fantasía,

jugar y revolotear.

Me incorporo lentamente

y busco a “Benito”.

Acurrucado en su tibieza

cierro los ojos y vuelvo a soñar.

(…)

Así, entre burbujas y soles otoñales, jugando y explorando vuelos, caminos y recuerdos, un niño aprende a poner nombre a la alegría de tierra y sol, a la intriga arácnida, a la mano de mamá, al río de lava… a los sentimientos que brotan en su interior.

Una historia contada con un lenguaje poético que rezuma sensibilidad y belleza e ilustrada con la misma poesía donde Leonor, ha sabido conjugar recuerdos y sentimientos para componer un relato de vida compuesto a su vez, por los mundos propios del protagonista, permitiendo al lector transitar por un mapa emocional a través de sus mismos caminos, que al final son los de todos.

No te preocupes, mamá.

Son los mismos caminos.

Unos vienen, otros van.

En algún punto se cruzan

o invitar a recomenzar.

Elsa Punset dice que «estamos hechos de emociones, no podemos eliminarlas». Conocer y comprender los procesos emocionales nos permitirá ser capaces de regular nuestros sentimientos. No invalidarlos, como hacemos constantemente. Todos sabemos que nombrar emociones no es tarea fácil para nadie. Sin embargo, una vez más, es importante ver como el libro, la literatura, la lectura -entre otras muchas cosas- está ahí para acompañarnos, para ver y expresar qué nos pasa, qué nos ocurre… porque como dice Eduardo Galeano: «Los científicos dices que estamos hechos de átomos, pero a mi un pajarito me contó que estamos hechos de historias» como Niño de agua.

Leer Niño de agua me ha llevado rápidamente a recordar la experiencia vivida durante ese año gracias a la Biblioteca Rural «Rosa Regás» de Sabiñánigo: «Mesa redonda sobre inteligencia y gestión emocional, terapias y remedios literarios» . Historia que incorporaré a la selección «SentirES».

Este libro es un mapa sin senderos, ni carreteras, pero sobre todo, sin fronteras… Te impulsará a echar a andar, aunque creas no saber a dónde. Si el tren que esperas no pasa, y te quedas sentad@ en el banco del andén, mirarás, con los ojos llenitos de ayer, cómo los demás hacen camino al andar. A veces es el camino el que te encuentra a ti, pero eso no ocurrirá si permaneces sentado.? Renace, resucita, ?levántate y anda?.

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